Cuestión de fe

Desde hace ya varios años, se dio inicio a un fenómeno que hoy en día se ve agravado, el ausentismo de los jóvenes en las iglesias. Este no es un fenómenos solo Cochabambino o Boliviano, sino que se extiende alrededor del globo. La misma iglesia reconoce la gran pérdida de seguidores que tuvo en los últimos años. ¿Qué está sucediendo? algunos alegan una degeneración dentro de la humanidad, otros piensan que los avances tecnológicos son una gran influencia para este suceso. El ritmo de vida de la sociedad se aceleró. Internet ha generado cambios positivos como repentinos en la sociedad. Positivos porque desde su aparición la información es más accesible, generando niveles de culturalidad mucho mayores dentro de la sociedad.

Pero ¿por qué repentino? quizá sea porque tanto acceso a información genera confusiones en las personas. Otro motivo es porque internet, sin un uso controlado, puede brindar acceso a portales no aptos para todo público. En fín, la iglesia se ve debilitada y los jóvenes se vuelven complejos en sus subjetividades. Intentar entender el problema puede generar mayor cantidad de malentendidos, pero afrontarlo es lo que verdaderamente importa. pero... ¿es verdaderamente un problema? Desde el punto de vista de la iglesia si lo es. Ellos consideran que existe una degeneración por parte de la sociedad a partir del libertinaje al que internet abre espacio. Para ellos (los teólogos) la civilidad se encuentra en un punto de inflexión, donde se necesita de la religión pero a la vez, esta misma civilidad es alérgica a la religiosidad.

¿Es realmente un problema? según los jóvenes contemporáneos no debería serlo. Muchos no creen en la iglesia como institución pero sí en Dios como supremo creador, como fuerza metafísica en la cual encuentran refugio y apoyo. El desgaste de la iglesia es evidente, no tiene la misma fuerza que hace 40 años, al menos así lo menciona el padre Miguel Manzanera, teólogo de la iglesia católica en Cochabamba. Entonces esta institución dejó de ser atractiva  para jóvenes que no creen en la ritualidad a la antigua, sino en la instantaneidad.

    Claramente, los intereses de esta generación son diferentes a los de sus antecesores. Los jóvenes encuentran el placer ya no a partir de la espiritualidad enseñada por la iglesia, sino que crean sus propios ritos y cultos para sentirse mejor. Retornando al tema de la tecnología, este es uno de los factores que ayudó para ir desencantando la idea de iglesia, pues ni los párrocos ni la biblia saben responder cuestiones que internet y la ciencia si. La juventud del siglo XXI cree mucho más en lo que ve que en la fé, a causa del espectáculo que se transmite en los medios de comunicación.

Entonces, si la juventud, principales implicados y objetos de este proceso investigativo responden que no existe un verdadero problema con su participación en la santa misa, puede demostrar la madurez que la sociedad puede llegar a tener. La independencia de  un ser supremo y de una institución posicionada a nivel mundial es el reflejo de un cambio de intereses y de perspectivas en la era moderna. Cambios que debemos asimilar para continuar afrontando el devenir que nos aguarda.

Daniel Navarro