Fernando garcía: "Una falta de readaptación"
Ante la problemática que existe en el tema de “¿por qué los
jóvenes no van a misa?” el equipo de DistintaMente entrevistó a uno de las
personalidades dentro del área cultural boliviana e internacional, para
poder responder a esa pregunta. La razón fue la siguiente: el colectivo del
proyecto mARTadero TAO, realizó un trabajo de remodelación a tres iglesias de
la ciudad de Cochabamba el año 2016 en los meses de septiembre y diciembre,
siendo ellos testigos de este fenómeno. Hoy, el arquitecto y docente de la universidad
UPB y director cultural del proyecto mARTadero Fernando García expresó su punto
de visto del "¿Por qué los jóvenes no van a misa?".
¿Cuál cree que es la razón por la que se ha reducido la
presencia de jóvenes en las misas?
- Bueno creo que tiene que ver con varias cosas, en primer lugar el mensaje de la iglesia se des actualizó, el lenguaje mismo de lo que ofrece no se pudo adaptar al tiempo, quiere decir que en realidad, cuando yo pienso en el origen del mensaje de Jesús pienso en un mensaje de libertad, que es un mensaje que llega a todo el mundo, un mensaje de buen vivir es decir de vivir de forma más armónica, etc.
La iglesia por toda su historia tiene un peso de poder, de control, un mensaje más de culpa y pecado que dejo de interesar porque no está actualizado con el tiempo, yo creo que hay un problema básico en el que el mensaje no llega del modo adecuado, luego estaría el lenguaje formal de la puesta en escena, la misa es un poquito pesada y por ende se tiene que actualizar, pues han intentado implementar bandas de rock católicas, hacer proyecciones audiovisuales pero en el 90% de los casos siguen manteniendo un formato conciliar, pero menos mal cambio porque en los años 70 seguía siendo en latín las misas, de espalda al público, entonces la iglesia tiene una avance muy lento en los formatos.
La iglesia por toda su historia tiene un peso de poder, de control, un mensaje más de culpa y pecado que dejo de interesar porque no está actualizado con el tiempo, yo creo que hay un problema básico en el que el mensaje no llega del modo adecuado, luego estaría el lenguaje formal de la puesta en escena, la misa es un poquito pesada y por ende se tiene que actualizar, pues han intentado implementar bandas de rock católicas, hacer proyecciones audiovisuales pero en el 90% de los casos siguen manteniendo un formato conciliar, pero menos mal cambio porque en los años 70 seguía siendo en latín las misas, de espalda al público, entonces la iglesia tiene una avance muy lento en los formatos.
Entonces ustedes los jóvenes que están en el siglo XXI se estrellan en un concepto que está atrás, yo en mi vida he tenido la oportunidad de estar en rituales muy tradicionales y rituales muy modernos y es bien interesante que hay una renovación pero que tiene un porcentaje muy bajo, las misas modernas tienen un carácter más de persona a persona, es decir de “tú a tú” y yo me quedo con esas, y esas les daba más sentido pero con las tradicionales son muy pesadas.
¿Entonces las misas carecen de sentido?
- Ósea el sentido lo tienen que manifestar mejor, ya que una misa quiere decir mesa, una celebración comunitaria, una celebración de comer juntos y de recordar algo que es importante para un grupo de gente que se reúne para eso, entonces no es que hayan perdido el sentido, han perdido el lenguaje es decir el formato de como se hace esto incluso la misma comida se ha reducido en algo muy abstracto en una hostia mojada con un poco de vino, la iglesia debería encontrar formatos un poco más comunitarios de celebración ahí le podes dar una presencia viva de un
mensaje.
¿Tú crees que el público está dejando de ir porque se
sienten como subalternos?
-
Es verdad, la realidad actual requiere de mayor participación e interactividad y eso no está bien trabajado, el único momento de interactividad que hay es en el momento de la “paz”, cuando te das la mano con la gente que está a tu alrededor, porque después es solo ver la puesta en escena que ya ni siquiera es tan espectacular como lo era antes, en el barroco se podía escuchar los coros, los aleteos de los ángeles, luces e inciensos y la gente se quedaba
fascinados.
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